Queridos hermanos y hermanas en Cristo, ¡Feliz Navidad! Hoy nos reunimos con corazones alegres para celebrar el regalo más maravilloso que el mundo haya recibido jamás: el nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo. Este es un día de esperanza, de amor y de promesa. 

Es un día en el que recordamos que, en la plenitud de los tiempos, Dios envió a Su Hijo al mundo, cumpliendo Su promesa de estar siempre con nosotros. En Mateo 1:23, el ángel declaró: «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás Su nombre Emanuel, que traducido es “Dios con nosotros”». ¡Qué verdad tan poderosa para reflexionar hoy! En Jesús, Dios no está distante, no está lejos; Él está con nosotros. Ha entrado en nuestro mundo, en nuestra vida y en nuestro corazón, y está presente tanto en nuestras alegrías como en nuestras luchas. 

Al celebrar hoy el nacimiento de Cristo, recordemos que Él no es solo un Dios que vino hace 2000 años, sino un Dios que todavía está con nosotros hoy, caminando a nuestro lado, fortaleciéndonos y amándonos. Su presencia es nuestro mayor regalo y Su luz es nuestra guía en todas las temporadas. Así que, regocijémonos, y que esta Navidad sea un recordatorio del increíble amor que nació en Belén. Dios está con nosotros y, por eso, tenemos esperanza eterna.

Sea cual sea la forma en que celebren a Cristo esta Navidad, ya sea con familia o amigos, en una gran reunión o quizás incluso a solas, que Su gozo llene sus corazones y hogares hoy y siempre. ¡Feliz Navidad!