Los Sacramentos
Los sacramentos son actos santos. En las Sagradas Escrituras está escrito, entre otras cosas: «Porque tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan» (1. Juan 5: 8). En este orden conoce por lo tanto la Iglesia Nueva Apostólica tres sacramentos: el Santo Sellamiento, el Santo Bautismo y la Santa Cena. Los sacramentos puede recibir cada persona, independientemente de su edad, origen o sexo.
El Santo Bautismo
El sacramento del Santo Bautismo es la primera y fundamental muestra de gracia del trino Dios a los hombres. Es la limpieza del pecado original y la admisión en la comunidad de aquellos que creen en Jesús y lo confiesan como su Señor. El trino Dios abre a las personas el camino hacia la salvación en Cristo. El bautizado promete evitar el pecado y llevar su vida en el seguimiento a Cristo.
El bautismo suministrado en otras comunidades cristianas es reconocido como válido, mientras haya sido hecho formalmente, es decir en nombre del trino Dios y con agua.
También infantes o niños menores de edad pueden recibir el sacramento del Santo Bautismo. Si los niños son bautizados, los padres confiesan su fe en el Evangelio.
La Santa Cena
La Santa Cena es un festejo de gozo y agradecimiento. Ella recuerda la ofrenda de muerte del Hijo de Dios quien, a pesar de su propia inocencia, se dejó crucificar por los pecados de la humanidad. La Santa Cena mantiene en el alma la vida eterna y le da la seguridad de quedarse en una comunión de vida con el Redentor Jesucristo (comp. Juan 6: 51-58). «El cuerpo y sangre» de Jesús son extendidos hoy en día en forma de pan y vino. A través de su recibimiento creyente el hombre toma el sentir de Jesús en sí mismo y recibe nueva fuerza para vencer todo aquello que pudiera ser obstaculizante para el alma (comp. Apocalipsis 12: 11).
El Santo Sellamiento
El sacramento del Santo Sellamiento es la transmisión de Espíritu santo. Los dos sacramentos, el Santo Bautismo y el Santo Sellamiento, forman conjuntamente el renacimiento de agua y espíritu.
En el Santo Sellamiento el creyente es inscrito por Jesucristo en el libro de vida del Cordero. Ahora está llamado a pertenecerle a la novia del Señor y ser primogénito en el venidero reino de Cristo.
Fueron sellados en su tiempo los primeros cristianos a través de la oración e imposición de manos de los apóstoles, hoy en día de la misma manera los apóstoles en la Iglesia Nueva Apostólica donan este sacramento. Se efectúa en niños y adultos.